UC - Críticas
| País: Estados Unidos. Año: 2017. Género: Aventuras.
Dirección: Jordan Vogt-Roberts. Guion: Dan Gilroy, Max Borenstein, Derek Connolly (Historia: John Gatins). Fotografía: Larry Fong. Música: Henry Jackman. Productora: Warner Bros. Pictures / Legendary Pictures.
Distribuidora: Warner Bros Pictures Spain. Estreno en España: 10 Marzo 2017. |
Interpretación: Tom Hiddleston, Brie Larson, Samuel L. Jackson, John C. Reilly, John Goodman, Corey Hawkins, John Ortiz, Tian Jing, Toby Kebbell, Jason Mitchell, Thomas Mann, Shea Whigham, Eugene Cordero, Marc Evan Jackson, Will Brittain, Miyavi, Richard Jenkins, Allyn Rachel, Robert Taylor, James M. Connor, Thomas Middleditch. |
THE NAME IS KONG, KING KONG
“Señoras y caballeros estoy aquí esta noche para contarles una extraña historia. Tan extraña y tan emocionante que muchos no la creerían. Y como los incrédulos solo creen cuando ven, nosotros, mis socios y yo, hemos traído la prueba viviente de nuestra aventura. Una aventura en la que 12 de nuestros hombres encontraron una muerte horrible. Pero antes de contarles nada más voy a mostrarles a la criatura más enorme y monstruosa que han visto en su vida. Un rey, un Dios en su propio mundo que ahora viene a nuestra civilización como un esclavo, como espectáculo para satisfacer su curiosidad. Señoras y caballeros, ¡King Kong!”
¿Recordáis este momento de la película? ¿La gran presentación de Kong a la sociedad “civilizada”? Pues bien, la interacción que va a haber entre las personas de fuera de la isla y Kong en esta nueva película va a ser muy distinta. En esta ocasión vamos a acompañar a una expedición, a un grupo de exploradores de lo más diverso a la denominada Isla Calavera recién descubierta por los satélites para ver qué se encuentra en ella. Muchas son las películas que se han realizado a lo largo de los años en las que Kong ha sido el protagonista (18 para ser más concretos). Pero han sido solo tres las más relevantes. La primera es la original, la cinta de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack de 1933, uno de los grandes clásicos del cine fantástico y de monstruos. La segunda es la dirigida por John Guillermin estrenada en 1976, que contaba con dos protagonistas de lujo, Jeff Bridges y Jessica Lange, en la que la historia era algo diferente a la original (ya no se rueda una película, sino que se llega a la isla en busca de petróleo y la relación entre Kong y la chica destilaba unos niveles de erotismo muy altos). La tercera, la más reciente de todas es el King Kong de Peter Jackson, que retomaba la historia original a lo largo de más de 3 horas y cuarto en su versión extendida.
SINOPSIS: En los años 70, un variopinto grupo de exploradores y soldados es reclutado para viajar a una misteriosa isla del Pacífico. Entre ellos están el capitán James Conrad, el teniente coronel Packard y una fotoperiodista. Pero al adentrarse en esta bella pero traicionera isla, los exploradores encontrarán algo absolutamente sorprendente. Sin saberlo, estarán invadiendo los dominios del mítico Kong, el gigante gorila rey de esta isla. Será Marlow, un peculiar habitante del lugar, quien les enseñe los secretos de Isla Calavera, además del resto de seres monstruosos que la habitan.
Pero con esta nueva entrega todo cambia. Sí, hay una expedición, hay una isla y hay un Kong, pero que nadie espere encontrarse con el desarrollo principal de sus predecesoras. Porque Jordan Vogt-Robert, director de esta cinta, nos presenta en su segundo largometraje una versión modernizada con cambios muy significativos. Ya no habrá un “No, no fueron los aviones. Fue la Bella la que mató a la Bestia”. Ahora la Bestia sabe defenderse de maravilla y la preocupación por la chica es más bien mínima. Porque uno de los grandes cambios que han ido sufriendo las películas de King Kong es la evolución del personaje de la chica. Una evolución de mujer florero a mujer independiente, aunque lo que sí se mantiene es el color de la cabellera. En la cinta de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack de 1933, Ann Darrow (interpretada en ese momento por Fay Wray) es una joven que tiene que robar para sobrevivir y que es engatusada por un director desesperado por buscar una mujer hermosa para su nueva película. Solo se presenta como un mero objeto clave para atrapar a Kong, sin apenas personalidad u otro objetivo. En 1976 se nos vuelve a presentar a una mujer atrapada en las garras de Kong. Ahora se trata de una actriz que termina en el barco de una expedición a la isla en busca de petróleo y que seguirá el mismo camino que su predecesora. Aunque ahora se llama Dwan, cumple la misma función que vimos en la primera película, solo que de forma más irritante y estúpida, con comentarios y acciones que pueden llevar a la desesperación del público. Por no hablar de esas relación extraña con Kong que mencionábamos al principio. Las cosas cambian (aunque sea ligeramente) en 2005 con la versión de Peter Jackson. La premisa y el gran grueso del desarrollo vuelven a ser los mismos que en 1933, pero la figura de Ann cambia. Es cierto que sí que sigue siendo una joven guapa y pobre (interpretada por la actriz Naomi Watts), pero en esta ocasión con una profesión. Ahora también es actriz, lo que hace que el hecho de aceptar el viaje para rodar no sea solo una manera de sobrevivir, sino uno posibilidad de trabajar con uno de los directores más importantes del momento y hacerse un hueco en el gran mundo del cine. A eso se le suma una interacción diferente entre ella y Kong, ya que para subsistir crea una distracción, bailando y realizando números cómicos para Kong al más puro estilo Sherezade, creando así una relación diferente a las anteriormente mostradas y haciendo más real esa historia de la Bella y la Bestia.
Ahora todo es diferente. Ya no hay un director con ansias de encontrar a la protagonista de su nueva película. Ahora es una expedición con motivos científico-militares (al menos como planteamiento inicial) ante la aparición de un nuevo territorio. Y el personaje de Ann desaparece. El de ella y el del resto de personajes de las entregas anteriores. Pero sí sigue habiendo una chica. En este caso es Mason Weaver, una reportera gráfica de guerra que aprovecha la posibilidad de acompañar a la expedición para mostrar en primicia lo desconocido hasta ahora. En cuanto a su relación con Kong, es menor, casi inexistente, pero a la vez muestra una conexión entre ambos, aunque sea de manera sutil. También encontramos otra de las novedades en la relación romántica entre los protagonistas, inexistente en esta historia. Y es que en la historia creada por John Gatis (Need for Speed, 2014, de Scott Waugh) y co-guionizada por Dan Gilroy (Acero Puro, 2011, de Shawn Levy / El Legado de Bourne, 2012, de Tony Gilroy / Nightcrawler, 2014, de Dan Gilroy), Max Borenstein (Godzilla, 2014, de Gareth Edwards) y Dereck Connolly (Seguridad no garantizada, 2012, de Colin Trevorrow / Jurassic World, 2015, de Colin Trevorrow / Monster Trucks, 2016, de Chris Wedge), no importa esa relación Bella-Bestia o chico-chica. Aquí se nos presenta un mensaje de respeto hacia la naturaleza y la presencia del hombre como la verdadera amenaza ante algo que no conocemos (un nuevo ecosistema en este caso, con Kong a la cabeza). Aunque por supuesto no falta la acción y la aventura.
En cuanto a los protagonistas de esta aventura en lo más profundo de la Isla Calavera, forman parte de diversos sectores (y nacionalidades). Por un lado, la parte científica que representa una Organización Secreta del Gobierno llamada “Monarch” encabezada por Bill Randa (John Goodman) que reclutará al ex-agente de las Fuerzas Aéreas Británicas James Conrad (Tom Hiddleston) para que forme parte de la expedición como rastreador.
Por otro lado, los militares, también requeridos por Randa para protegerlos. Y será el Coronel Preston Packard (Samuel L. Jackson), líder del escuadrón Sky Devils que acaba de llegar de Vietnam, el encargado de que la expedición llegue a buen puerto. Otra tercera parte sería la que representa la anteriormente mencionada Mason Weaver (Brie Larson) como fotógrafa pero no como la única mujer, aunque sea la única que realmente tiene un papel protagonista. Por último quedaría mencionar a Hank Marlow (John C. Reilly), la nota más cómica de la historia y la más relevante para entenderla. Son indudables las referencias tanto a Parque Jurásico (Steven Spielberg, 1993) como a Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979) en el apartado principalmente estético (con ver el trailer es fácil darse cuenta). Y es que el apartado visual y de diseño son unos de los factores más destacable de la película, pasando por los diferentes paisajes de la isla como por las diversidad de especies desconocidas hasta entonces (no todas ellas de naturaleza agresiva) hasta el diseño de maquillaje de la tribu indígena, uno de los varios elementos que homenajean o hacen referencia a la cinta de 1933 y que van apareciendo a lo largo de la cinta (aunque no todas en el contexto en el que las vimos por primera vez). Concluyendo, esta aventura “prehistórico”-militar (en la que la banda sonora es muy importante, tanto la diegética como la extradiegética) dejará un muy buen sabor de boca a quienes se animen a ir a verla en pantalla grande (su verdadero lugar para ser vista) y se dejen arrastrar a esa isla misteriosa del Pacífico en la que una “deidad” nos protege más de lo que pensamos. Y como última anotación y consejo, que nadie se salga del cine nada más terminar la película, porque existe una escena al final de los títulos de crédito.
TRAILER